Hoy día está muy de moda emprender, pareciera que si no emprendes estás tomando el camino equivocado y claro, es verdad que los emprendimientos tienen su ventaja sobre un empleo, pero ¿qué pasa cuando todos están en esta nueva ola de empezar un negocio bajo los mismos términos y condiciones? ¿Cómo hacemos para diferenciarnos de la competencia en un mundo donde pareciera que ya todo está hecho?
Este es un verdadero desafío y en este artículo vamos a ayudarte para que lo logres de la mejor manera posible. ¿Estás listo?
Estudia tu mercado y la competencia existente.
¡Conocer bien el mercado del cual eres parte es fundamental! Para esto es necesario hacerte algunas preguntas que parecen básicas, pero a veces pasamos por alto: ¿Cuál es tu rubro? ¿Es amplio o reducido? ¿Hay mucha o poca oferta? ¿qué necesidad cubre? ¿Es de fácil acceso (económico)?
Si en tu rubro hay mucha oferta, vas a tener que esforzarte en diferenciar tu marca de la competencia y para esto deberás estudiarla.
Estudia a la competencia lo justo y necesario y luego, ¡dale! Una vez que definas qué marca será tu principal competidora, es necesario que la analices y enfoques en aquellas estrategias que les dan resultado, en sus modos de comunicar, en su interacción con los clientes. Esto te va a servir para nutrirte, pero una vez que investigues debes emprender tu camino. ¿Por qué? Obsesionarte con la competencia va a llevarte a estar más pendiente de lo que hacen en vez de permitirte enfocarte en tu trabajo y en tus capacidades creativas.
Si la competencia ya tiene algo muy definido toma otro camino y marca la diferencia de tu marca dándole una personalidad distintiva.
Definir y encontrar tu competencia es necesario, pero no te conviertas en la sombra de esa marca.
Una vez que tengas estas respuestas vas a poder avanzar.
Define la personalidad de tu marca
Tu marca debe de tener una personalidad tan definida que cuando alguien vea alguno de tus productos no dude un segundo de que es tuyo. ¡Clave!
Es muy importante definir una identidad visual bien característica y esto vas a lograrlo a través de tres puntos fundamentales:
- a) La fotografía para poder seguir una estética en las redes y tienda online.
- b) El diseño de un logo que referencie claramente la marca.
- c) La elección de una paleta de colores que identifique la estética de tu marca.
La buena combinación de estos tres ítems, ¡te va a permitir lograr un estilo propio! Por otra parte, debes definir cómo vas a comunicarte con tus clientes. Primero y principal: tener en cuenta que la personalidad de tu marca se define por tu personalidad. Y la voz de tu marca, ¡eres tú!
Las redes sociales nos dan infinitas oportunidades, pero hay que saber aprovecharlas. No te comuniques de manera robótica: habla de manera humana para que el cliente sepa que está hablando con otra persona y no con un robot que lo único que quiere es vender.
Si tu manera de comunicar en redes está siendo más parecida a la descripción de los productos en tu tienda online que a una plática con otro interlocutor, prueba con cambiarla; vas a ver que esto va a generar mayor interacción.
Por otro lado, intenta humanizar la marca no solo en cómo cuentas las cosas, si no en qué cuentas. No muestres sólo lo que te salió bien, no intentes aparentar que el camino emprendedor no tiene altibajos, muestra también tus errores. Esto permite que el cliente vea la realidad del trabajo emprendedor. Para contar todo lo que hay alrededor de tu marca y tus productos el recurso por excelencia es el storytelling.
La regla de las tres “i”: invertir, innovar, improvisar
Invierte en diseño, en publicidad, en ilustraciones exclusivas. Es casi obligado que requieres invertir para poder darle impulso a tu marca, porque, aunque suene feo, ¡todavía nadie te conoce!
Si tu materia prima es igual que la de otras marcas, no vas a poder ofrecer un producto muy distinto. Si la materia prima es distinta pero no hay publicidad, no va a llegar a mucha gente.
Anímate a innovar. Las marcas que verdaderamente se diferencian son aquellas que rompen las reglas. Si bien existen ciertas reglas que es conveniente seguir porque funcionan (como el vídeo) es importante que innoves dándole tu propia perspectiva.
Y, por último: ¡improvisa! Esta improvisación va a tener algunas reglas, debes conocer qué busca tu público, cómo habla, qué interés tiene. Pero dentro de estos márgenes permítete improvisar.
Si pruebas y no funciona puedes ir por otro camino, pero si funciona ¡quizá encontraste aquello que te diferencia!
La relación con el cliente no termina en la venta, es ahí donde recién empieza.
Podría parecer que cuando un cliente realiza una compra y el pedido es entregado el trabajo está cumplido y terminado, pero no es así. Debes buscar fidelizar a tus clientes, que vuelvan a buscar tus productos y que te recomienden. Esto último es de suma importancia.
Para lograrlo es importantísimo que el cliente quede conforme tanto con el producto como con la entrega: el producto debe ser fiel a la imagen publicitaria, debe llegar en buenas condiciones y en el tiempo acordado.
Comunícate con el cliente para preguntarle si está conforme. Si hay conformidad el cliente no va a tener quejas, pero probablemente tampoco las tenga de otras marcas. Por eso es muy importante la imagen del producto.
Si el producto es el esperado y tiene un envoltorio que enamora, ese cliente seguramente será un cliente a fidelizado.
Por último, busca estrategias para que ese cliente sepa que comprar tu marca le trae beneficios. Por ejemplo, arma promociones para quienes ya hayan comprado, entrega descuentos para futuras compras y organiza sorteos exclusivos para clientes.
Recuerda, la ventaja de estar iniciando es que puedes experimentar todo lo anterior y equivocarte una y otra vez, porque las consecuencias serán mínimas. No hay ideas malas, solo lecciones de cómo hacer o no las cosas.
Al comienzo tu irrelevancia será tu mayor ventaja, porque muy poca gente se dará cuenta de los errores, pero valorarán los aciertos.
¿Estás listo para diferenciarte y empezar a enamorar cada vez más clientes?
¡Éxito!
Samuel Naoki.
Estratega y creativo digital.