No diré que vivía mal antes de que sucediera lo que describo, pero si sentía que me faltaba algo. Vivía con una sensación de estar perdido en la vida. En cuanto salí de la universidad a los 21 años comencé a tomar múltiples decisiones que al poco tiempo me mantenían insatisfecho, como el trabajo que tenía, la pareja que había elegido y lo que hacía durante mi tiempo libre. ¡Como hubiera agradecido a esa edad una guía para la vida!

Yo le doy el crédito de mi transformación a un atributo. Ese atributo es el carácter. Nunca antes había escuchado del carácter o lo confundía con el temperamento. Sin embargo sufría de las consecuencias de no forjarlo. 

¿A qué tipo de consecuencias me refiero?

Yo diría que no tenía relaciones cercanas ni poderosas. Tampoco tenía los ingresos que quería. No tenía el nivel de energía que debía tener en mis 20´s. Faltaba variedad en mi vida. No sabía qué hacer en mi tiempo libre. No tenía disciplinas ni hobbies. 

¿Y que tiene que ver el carácter?

Bueno, pues el carácter es el conjunto de valores con los que decides vivir, es decir, lo que es realmente importante para ti. 

A mis 23 era fácil para mí no cumplir mi palabra ni mis acuerdos, llegar tarde, dar el mínimo esfuerzo, evadir conversaciones difíciles, hablar a las espaldas de alguien más, mentir, no reconocer mis errores ni enmendarlos. ¿Te suena familia? Tal vez conoces a alguien así. 

Todos queremos triunfar en la vida y vivimos confundidos, pensando que las habilidades, los talentos y nuestras relaciones son la clave para lograr lo que queremos. No nos damos cuenta que la manera en como hacemos una cosa, es como hacemos todo. Si no tienes reglas para vivir ni valores que honrar, simplemente no te acercarás a todo eso que deseas. 

La conquista más grande que todos debemos hacer no es la conquista de nuestras metas sino la conquista de nosotros mismos. Una vez escuché una frase que decía: “Quieres conquistar el mundo pero no puedes conquistar tu adicción al tabaco”. 

¿Y cómo puedes comenzar a forjar tu carácter? Déjame darte cinco claves con las que puedes comenzar desde hoy. 

• Integridad: Ser quien digo ser. Hacer lo correcto porque es lo que dicen mis valores y no porque alguien me está viendo. Cumplir tu palabra y cumplir cada acuerdo que hagas. 
• Honestidad: Sé honesto con todos. Sé honesto contigo mismo. Particularmente tuve retos con esto ya que solía mentir todo el tiempo. Hoy te puedo decir que ser honesto te da paz interior. 
• Autoconfianza: Esto es un tema del que hablaremos en otro momento, pero no puedes avanzar con paso firme en tu vida y tus relaciones sino fortaleces la relación más importante, que es contigo mismo. Tienes que confiar en ti y en tus capacidades.
• Consistencia: Debes mantenerte apegado a tus valores aún cuando pagues precios a nivel personal. Hazlo un hábito y forjarás no sólo tu carácter, sino tu reputación. 
• Valentía: La necesitarás para hacer todo lo anterior. Vivir una vida de carácter requiere pagar algunos precios, requiere atravesar tus miedos y mantenerte firme. Ser valiente no es la ausencia de miedo, sino hacer lo correcto a pesar del miedo. 

Estas ideas son simples, pero no fáciles de ejecutar. El motor de la construcción de tu carácter será tener un propósito poderoso para hacerlo. De corazón deseo que lo encuentres y vivas por eso cada día de tu vida. 

P.D. Pasa este mensaje a tus hijos. 

Paco Anguiano

Mentor, conferencista y entrenador