No recuerdo haber recibido este tipo de consejos cuando era niño. Tampoco me dijeron lo opuesto. Simplemente cuando somos niños aprendemos de lo que vemos a nuestros padres y otros adultos hacer y decir. Adoptamos sus creencias, filosofía de vida, actitudes, estándares y expectativas de la vida, todo esto, sin darnos cuenta.
De repente salimos a la vida y queremos tener lo que sea que cada uno define como éxito. He conocido muy pocos holgazanes en mi vida. La verdad es que en México y Latinoamérica somos muy trabajadores. Mi papá fue siempre un hombre de largas jornadas de trabajo. Siempre se iba temprano a trabajar y llegaba a altas horas de la noche. Eso me inspiró a siempre dar más de lo que esperaban de mí.
Cuando cumplí 21 años y conseguí mi primer empleo, me di cuenta que no basta trabajar duro, sin embargo era lo único que sabía hacer. Quería hacer lo que sabía hacer, con todas mis fuerzas. Nadie me dijo que había un paso adicional.
Gracias a una amiga que me invitó a un negocio donde nos entrenaban cada sábado en algo que le llamaban “desarrollo personal”, fue que comprendí la que estaba pasando en mi vida: había estado trabajando muy duro en mi trabajo, pero no muy duro en mí.
¿Qué quiero decir con esto?
Básicamente llevaba 3 años trabajando 10 a 12 horas al día en mi trabajo pero dedicaba muy poco tiempo a mi mejoramiento personal. Precisamente eso es lo que hace la diferencia en el mercado laboral. Todos tenemos 24 horas al día pero no todos logramos lo mismo en ese mismo tiempo ¿por qué? Porque necesitamos refinar la manera en como hacemos las cosas.
Hoy te quiero compartir cuatro aspectos que podrías revisar en tu vida. No digo que estén mal, solo te invito a que eches un vistazo.
- Habilidades: Tu nivel de habilidades al hacer tu trabajo refleja tu nivel de compromiso. ¿Qué tan bueno eres haciendo eso que haces? Tu habilidad para hacer las cosas por las que te pagan definirán tu nivel de ingresos y las oportunidades que tengas en la vida.
- Hábitos: ¿Qué es eso que haces todos los días en piloto automático? Nuestros hábitos nos definen. Si tenemos resultados consistentes en nuestra vida (favorables o desfavorables) tiene que ver con algo que hacemos todos los días y que ya requiere poco esfuerzo para hacerlo. Revisa qué hábitos debes quitar, añadir y ajustar.
- Conocimientos: No debemos confundir el conocimiento con la sabiduría. Sin embargo el hábito de recolectar nuevas ideas todos los días no hace personas más confiables y atractivas en nuestras relaciones, nos permite tomar decisiones mejor sustentadas, podemos sostener mejores conversaciones. Además el solo hecho de saber muchas cosas eleva nuestra autoestima. Haz un hábito de aprender algo nuevo todos los días.
- Actitudes: La actitud es nuestra respuesta emocional a nuestros pensamientos y a nuestro mundo exterior. Determina por mucho nuestra manera de vivir y cómo otros nos viven. Básicamente tu actitud determinará si los demás te disfrutan, te sufren o simplemente te ignoran. Y es bien sabido que nadie triunfa solo. Necesitamos de otros para lograr nuestras metas.
Mi invitación es que revises estos cuatro elementos en tu vida y busques elevarlos y expandirlos. Es justo a esto a lo que se refiere el título de este artículo: Trabaja más duro en ti que en tu trabajo.
Te prometo que esto hará una diferencia donde sea que te encuentres.
Con cariño,
Paco Anguiano
Mentor, conferencista y entrenador